El aceite de ricino es claro, incoloro, un poco viscoso y con un olor muy ligero. Es el único aceite que contiene más del 90% de ácido ricinoleico que le da la propiedad de ser soluble en alcohol.
Es más estable que el aceite de oliva.
MÉTODO DE OBTENCIÓN: El aceite de ricino se obtiene por expresión en frío de las semillas de Ricinus communis.
PROPIEDADES FÍSICO-QUÍMICAS:
Es un aceite muy viscoso, casi incoloro o ligeramente amarillo, higroscópico y resistente a la oxidación.
Miscible con etanol. No es irritante ni sensibilizante, su principal desventaja es el olor que se puede enmascarar con el perfume.
Líquido límpido, viscoso, Poco soluble en petróleo ligero, al 96 por ciento y con ácido acético glacial.
Densidad: aprox. 0,958 g/ml.
Índice de refracción: aprox. 1,4790.
BENEFICIOS:
El aceite de ricino era usado por su acción laxante y purgante.
El aceite de ricino alivia la irritación producida por cuerpos extraños en el ojo debido a su acción calmante.
También se usa externamente por su efecto emoliente en pomadas, linimentos. Aporta elasticidad.
También se utiliza en la preparación de barras labiales, como solubilizante de colorantes, para proporcionar brillo, emoliencia, y dar resistencia al preparado.
USOS PRINCIPALES:
Como emoliente, produce efecto calmante sobre la piel.
Por vía oral como purgante.
Lubricación de máquinas y metales.
En fluidos hidráulicos, preservativos de caucho y lubricantes de moldes.
Componente de fluidos de embalsamado.
Fabricación de jabones.
Para impartir propiedades lubricantes y emolientes a preparaciones cosméticas.
PORCENTAJE DE USO:
Vía oral: 15 - 60 ml como laxante o espesante.
Vía tópica: 5 - 10% como emoliente.
Lociones y cremas: 1% a 10%
Champú sólido: 20%
Barras de jabón: 3% a 25%
ALMACENAMIENTO:
En envases firmemente cerrados, a temperatura ambiente lejos de fuentes de calor.
En recipientes bien llenos, cerrados herméticamente, a temperatura no superior a 15ºC.
Su desecho debe ser de acuerdo con la normativa vigente, para no ser causa de contaminación.
ADVERTENCIAS:
Su administración por vía oral, particularmente a dosificaciones elevadas, puede producir náuseas, vómitos, calambres abdominales, retortijones y cólicos.
Las semillas del Ricinus communis contienen una proteína tóxica, la ricina, describiéndose reacciones alérgicas en sujetos que las manipulan.
El aceite de ricino debe utilizarse con precaución durante el embarazo o menstruación, y no deberá emplearse en casos de dolor abdominal. Debe evitarse su uso crónico.
Puede contener alérgenos.
Su desecho debe ser de acuerdo con la normativa vigente, para no ser causa de contaminación.
En caso de hipersensibilidad o irritación, dejar de utilizar inmediatamente.